Yo empiezo a escribir y ya vamos viendo, pasa que hoy necesito ordenar conceptos. Pim pam, vamos allá. Arte s. XX y un poco de lo de antes y en lo que estamos después.
No sé si me repito, ya no recuerdo todas las cosas que he escrito en este blog, pero lo cito (de nuevo) ahora: “El arte no es para transmitir, es para sentir y pensar. Para transmitir, que transmita la radio nacional!" Es una frase que aparece en la película "Fresa y chocolate" Me encanta (la frase, la película la voy a recuperar porque no la recuerdo, pero esas palabras se me quedaron grabadas).
Quiero decir, enfrentémonos al arte con espíritu reflexivo, pero quitémonos de la cabeza que cada obra quiere comunicar, denunciar o transmitir un mensaje. Que puede ser que si, pero no tiene porqué obligatoriamente.
Estoy segura que ya he dicho con anterioridad que a mi ese arte al que le llaman denuncia a menudo (y demasiadas veces) me parece una tomadura de pelo. Pero no es el propósito de esta entrada. (Aunque en este momento todavía no se conoce con exactitud el propósito de esta entrada...)
En cualquier caso, ya hemos hablado otras veces para que sirve o deja de servir el arte. Pasa que como nos hemos vuelto todos tan relativistas, porque parece que eso nos convierte en super tolerantes y democráticos, hemos decidido que todo vale y que todos llevamos un artista dentro. Y no, categóricamente, no.
El arte, como cualquier otra disciplina, no es ajena al mundo que le rodea: la circunstancia económica, social y política. Sobrevolando el final de s.XIX recorremos movimientos con muchas inquietudes y ganas de conocer un nuevo mundo a través del arte:
neoclacisismo
realismo
romanticismo
puntillismo
simbolismo
modernismo
impresionismo, quienes se opusieron por primera vez a las enseñanzas académicas.
Y a partir de aquí en adelante durante el s.XX pasamos por todos los ismos posibles hasta llegar a día de hoy:
fauvismo, un nuevo mundo con mucho más color y alegría.
expresionismo, buscaban una visión más personal e intuitiva, más expresiva, menos realista, en suma, querían ser libres.
futurismo, donde plasmar la transformación de la vida moderna era lo esencial.
cubismo, la figura era el eje vertebral, descomponer la realidad y buscar nuevas miradas.
abstracción, hay más subgéneros, pero aquí nos referiremos al expresionismo americano y al informalismo europeo, que es lo mismo pero en distintos continentes, y fue la respuesta enfurecida a un mundo marcado por el dolor, la II guerra mundial, la crisi económica, la dictadura en nuestro país...
dadaísmo, aquí lo suyo era la intención, la experiencia estética no tenia nada que ver con ellos, era más bien algo así como el anti arte, el principio del declive a mi modo de ver...
surrealismo, los movidos por la inspiración y el mundo de los sueños, los psicoanalistas estaban en auge.
arte conceptual, la defensa de la idea por delante de todo, para mi otro error y el principio del declive del arte tal y como yo lo entiendo.
arte povera, ese que usaba trapos sucios y demás, eso, cosa de pobres...
performances, los más dispuestos a enviarnos mensajes profundos y todo eso, un poco demasiado ego de algunos personajes que ya no sabían que inventar.
minimalismo, referido al soporte y la mínima expresión.
pop art, donde nos vendieron la moto de que hacían arte para todos, arte barato... nada más que un pretexto para forrarse.
hiperreailsmo, cero capacidad para desarrollar un concepto artístico, virtuosismo absoluto en el uso de la técnica.
Y aquí, más o menos, terminamos con el arte moderno y empezamos el nuevo siglo con el:
post modernismo, para romper con todo lo anterior. Y ahora, más que nunca, todo vale. Nunca fue tan útil la figura retórica de la "metáfora". Listo.
Y entonces es cuando a mi me da mucha pereza ver las listas de los artistas más vendidos y de las exposiciones más mediáticas. Hay tantos artistas impostores como curadores mediocres que programan cualquier cosa con tal de sumar grandes cantidades de espectadores. Porque de eso se trata, de números.
Si el propósito de museos y fundaciones es ganar públicos, me pregunto porque en lugar de bajar el nivel profesional de los artistas no trabajan por subir el nivel cultural de los espectadores. Si el orden de los factores no altera el producto tendrían la misma cantidad de público invirtiendo la ecuación. Digo yo...
Según yo lo veo (y así a la brava) el arte puede dividirse entre la experiencia estética y el arte para despertar conciencias. Y en ambos casos puede haber buenos y malos productos. Pasa que a día de hoy parece que sólo haya dos términos:
Gente como Murakami que hace cosas "superflat" como reflejo de la banalización dominante de nuestra cultural, y gente de Jeff Koons que parece ser hace una crítica a todos aquellos que defienden el arte culto y el arte de denuncia social. (Lo de la experiencia estética para mi desgracia pasa absolutamente desapercibido...)
En conclusión, y como ya decía antes, parece que todo vale y que cualquier cosa es arte. Yo creo, y esa es mi opinión, es que nos hemos pasado de modernos. Por eso antes un coche duraba toda la vida y ahora existe lo de la obsolescencia programada. Yo también sé usar metáforas...
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