Hace unos días leí un artículo firmado por Noah Charney y JAŠA sobre la posibilidad de una nueva revolución marxista post pandemia. Una sociedad nueva, también en el mundo del arte.
Los autores que firman el artículo empiezan hablando del 1% de galerías, creadores y coleccionistas que sobrevivirán frente al 99% (porcentaje al cual pertenezco) que no tienen nada que hacer. Y dicen, con razón, que es en este 99% en el que hemos de fijarnos, el 1% no ofrece motivos para preocuparnos.
Y a partir de aquí, un artículo con un análisis un poco simple en el que utilizan el concepto "hipster" como solución a todos nuestros problemas. Olvidémonos de la sencillez de un discurso que apela a la buena voluntad de una sociedad que se rinda al mercado de proximidad y a la ropa de segunda mano. Vamos a lo que vamos, al arte:
Defienden en su artículo que a menudo el artista se ha visto confundido por la idea de pertenecer a ese 1% (tener un estudio con asistentes, viajando de un lado a otro para asistir a inauguraciones, circular en yate y asistir a clubes nocturnos reservados) En fin, comentan que los artistas deberían volver a mancharse las manos y salir de la oscuridad con esfuerzo. Y sí. Y nada más. Omiten el hecho de que son muchos los medios y un sistema que da voz a miembros del 1% que, y lo dijo sin problemas, poco o nada aportan al arte.
Me permito una brevísima lista:
1.- Daniel Canogar, se conoce como uno de los artistas españoles con mayor proyección internacional. No se cansa de hablar de “data". Él mismo dice pertenecer a una generación de artistas que "nos vemos más como investigadores, y saltamos de un medio a otro según el tema que queremos explorar"
Habla constantemente de experiencias vivenciales (Agota el tema de la de “experiencia vivencial”. No, no funciona así, el arte es contemplación, para lo de la experiencia uno se rinde a una buena comida, una clase de yoga o un trekking de montaña). También habla de lo sobredimensionado que está el fetiche artístico (y no se refiere a Warhol, habla de Goya) Un dato más, Canogar fue el invitado (él y su equipo naturalmente) a Estampa 2019 y tiene obra en todas partes.
2.- Ian Davenport fue nominado al Turner con 25 años. Él explica que su criterio para elegir los colores es "de una manera profundamente intuitiva" (Para que definir una jerarquía de valores si podemos aferrarnos a la improvisación con la excusa de que así todo es más auténtico) Si Mr. Turner levantara la cabeza…
3.- Hace unos días saltó la noticia que Daniela Ortiz ha salido de España por una campaña de amenazas en las redes sociales. La obra de Ortiz está avalada y comprada por los directores del Reina Sofía y el MACBA, entre otros. Yo me pregunto, puestos a aceptar la denuncia como arte, ¿por qué avalar la simplicidad de escribir simplemente la palabra “Guerra” cuando es posible hacerlo a través del dibujo, el color, la luz…? Debe ser que el “El 3 de mayo” pasó de moda.
Si tuviera la oportunidad, les diría a Noah Charney y JAŠA que no alcanza con que los artistas se ensucien las manos, imperativo pero insuficiente. Hace falta un sistema (mercados y medios) que defienda el arte: el trabajo, la técnica, el estudio, el genio y el buen gusto. Mientras este sistema no favorezca una revisión del arte actual, por más que los artistas se ensucien las manos, el 99% poco o nada podremos que hacer.
También hace falta educación, un cambio en el paradigma del consumo, políticos que diferencien entre cultura popular y cultura en el sentido clásico (o políticos que sepan escribir sin faltas de ortografía, casi que con eso me conformaría)… pero esos ya son otros temas.
Referencias:
Tendencias del Mercado del arte, nº 134: Noah Charneu u JASA “Un mundo nuevo”
Tendencias del Mercado del arte, nº 134: Vanesa García-Osuna “Utopía digital”
Tendencias del Mercado del arte, nº 134: Vanesa García-Osuna “Melodías visuales”
Atención obras, 17/10/2019: Entrevista Daniel Canogar
Espacio Fundación Telefónica Madrid , 14/10/ 2019: Entrevista Daniel Canogar
La Vanguardia, 02/08/2020: La artista Daniela Ortiz sale de España por una campaña de amenazas en las redes sociales